Un día de estos, me
acerqué hasta Vilasantar das Nereidas, más allá de Leboreiro y antes de
Pontefurelos. La zona es hermosa y muy
querida para mi. A veces, con viento y
lluvia, me resulta sobrecogedora, pues allí la lluvia forma parte del paisaje. Todo ese tramo del camino está lleno de lugares plenos de arte y con
historias peculiares.
IGLESIA DE VILASANTAR |
Pasé por Leboreiro,
entrañable Leboreiro, con su tímpano albergando a la Virgen de granito, la que
no quiso estar en el interior de la iglesia, pues prefería el exterior, viendo
pasar a los peregrinos hacia Compostela.