MAIOS EN GALICIA |
Hay meses del año (diciembre,
noviembre, febrero…) que cuando los evoco aparecen en mi recuerdo acompañados de
imágenes concretas. Mayo es otro mes que, siempre, lo asocio mentalmente con
flores, con muchas flores. Yo diría que no es una cuestión personal, pues en
muchas partes y de diversos modos, se celebran las flores a lo largo de este
mes. Festejos, romances, canciones, refranes, siempre con ecos culturales
populares, relacionan mayo, flores y alegría. En una de nuestras fuentes
culturales, el Imperio Romano, este mes estaba dedicado a la diosa Maia, la diosa de la
floración. De ahí el nombre del mes.
En Galicia se
celebran los Maios, con flores y niños que cantan canciones, la mayoría de las
veces con tintes satírico-locales. A veces me he preguntado por qué estas
manifestaciones culturales se han dejado en manos de niños, pero ese es otro
cantar.
En Andalucía, por
estas mismas fechas, se celebran las Cruces de Mayo, con
rezos, cruces hechas
con flores y cantos. Como siempre, fiestas en que se mezclan religiones
cristianas y paganas. Creo que estas fiestas de exaltación a las flores vienen
de lejos en el tiempo, tal vez desde épocas prehistóricas.
FIESTAS DE MAIOS |
En invierno casi ha
pasado, recordemos el refrán de “Hasta el cuarenta de mayo…”, por eso digo el
“casi”. Pero lo duro, y de eso en este año 2014 sabemos mucho, podemos pensar
que ha pasado. La primavera está en su esplendor, ya no son los naranjos en
flor, o los manzanos o los almendros que nos la anuncian. Ahora todo está florido
y andan por medio los insectos polinizando. Ya no es como en marzo, en que las
flores abiertas eran de corola amplia, de modo que el viento pudiese
transportar y depositar el polen. Ahora son los insectos los que lo llevan de
una a otra flor adherido a alguna parte de sus cuerpos. Un año más, un ciclo
más, la Naturaleza sigue cumpliendo su rito.
FLORES EN PEINADO |
Siempre me ha
llamado la atención la veneración que sentimos por las flores. Las encontramos
hermosas y, si bien son efímeras, no falta quien diga que ese mismo carácter
contribuye a hacerlas más hermosas. (En esta época de consumo alocado, recordemos las
excursiones para ver determinados bosques que están en flor durante unos días, por ejemplo).
No deja de ser curioso cuando
las flores son utilizadas como adorno corporal. Es posible que pocas personas
sepan que, en la Francia de finales del siglo XVIII, la flor de la patata fue muy
utilizada en peinados de la aristocracia. Realmente, es una flor pequeña, bonita
y de colores muy tenues. Por otra parte, en la historia del arte hay muchas
pruebas de mujeres con sus cabellos adornados con flores.
FLOR DE PATATA |
Siempre me he
preguntado el porqué de esta utilización. Para adorno y quizás también como
símbolo de dominio, no lo sé. Pero las mujeres se aderezan el cabello como
adorno sin más pretensiones simbólicas mientras Baco, o Dionisos, pone uvas en el suyo tal
vez como un símbolo de su estado de su zafia embriaguez, o puede que por
sentirse dueño de las uvas y del vino que saldrá de ellas. Cosas de dioses olímpicos, insolentemente jóvenes, caprichosos e, incluso, lascivos.
BACO (O DIONISOS) Y SUS UVAS |
Tal vez esto del
dominio sea lo que, siglos más tarde, mueve a Olmo Dalcó. Es el niño campesino a
quien Bernardo Bertolucci, en Novecento, hace adornar su cabeza con una sarta de ranas, pues
esas ranas constituyen el único medio de que dispone, de momento, para
contribuir a la economía de su familia. Orgulloso de su posesión, Olmo se
las pone en la cabeza aún vivas. Luego serán comidas en la mesa de los amos quienes, para hacerlo, le pagarán por ellas cuatro cuartos.
OLMO Y SU POSESIÓN INMEDIATA, LAS RANAS |
Y mientras pienso estas cosas, mayo irá dando detalles y más detalles de que estamos en el mes más florido del año.
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