domingo, 24 de noviembre de 2013

POR EL CAMINO DE SANTIAGO. (XXXV) DE PASO POR MELIDE,

EVOCANDO LA TOSCANA


LA IGLESIA Y SUS CIPRESES
Llegar a una iglesia rodeada de cipreses no es muy frecuente en
nuestro país. En Santa María, de Melide, los cipreses están acompañando al ábside y, como no son autóctonos, están allí porque se han plantado con finalidad ornamental. Los árboles ornamentales siempre me han gustado y, cuando están en lugares apropiados, creo que contribuyen a generar un ambiente especial. Aquí, en Santa María de Melide, encuentro que los cipreses están muy adecuados.
El Camino se abre en una pequeña plaza, el núcleo de población ya no es Melide, estamos en sus afueras y hay una estructura urbana, una pequeña barriada, bien diferenciada. Dominando todo, que ciertamente es muy poco, está la iglesia orientada en la dirección de la marcha de los caminantes y con su ábside hacia la plaza. Repito, rodeada de cipreses.
NAVE Y ÁBSIDE
No sé qué puedan tener las iglesias del Camino, cada una con su estilo, su historia, su finalidad, cada una de ellas única sin haberlo pretendido, pero todas ellas configurando un interior muy íntimo para quien busca intimidad. Quien la busca, aquí la encuentra. Eso, seguro, es casi la promesa evangélica.
Santa María es como una mezcla de rusticidad y elegancia. Los sillares de granito combinan bien con el armazón de madera del tejado. Un armazón desnudo, funcional, dejando ver su tremenda funcionalidad. Una sola nave, un pequeño coro y poco más. No hay que buscar otra cosa, es lo que hay, pero el lugar es algo tan especial que, nada mas pasar a su interior, nos impregna de serenidad. Tal vez lo que buscábamos, por eso la sonrisa satisfecha aflora a nuestro rostro mientras paseamos la mirada por múltiples detalles de la muy elaborada ornamentación de la iglesia.
ALTAR
El ábside es una maravilla pictórica, donde encontramos evocaciones varias, empezando por el altar, de granito policromado y hermosa talla. Exento y perfectamente visible en su conjuntos. Por si fuera poco, limpio y no como otros altares que hemos visto en otros templos del Camino. Incluso, un cristal transparente en su parte superior, lo defiende de suciedades. Así está la iglesia, que parece una patena toda ella.
ÁNGELES CON TROMPETAS
CENEFAS Y DIBUJOS GEOMÉTRICOS
Las pinturas del ábside nos evocan el Renacimiento, ya en puertas en aquel entonces. Sus cenefas lo hacen y más aún los dibujos geométricos que juegan con nuestras ilusiones ópticas y que nos llevan a zócalos toscanos. Ángeles con trompetas claman la gloria de la Trinidad que aparece en el centro del ábside, en un cielo estrellado y rodeada de los símbolos de los evangelistas. Cenefas, guirnaldas y demás dibujos, nos llevan a miles de kilómetros y a cientos de años atrás, a una época fecunda del pensamiento europeo cuando se buscaban nuevas formas de expresión. En esta pequeña iglesia de Melide, también ocurría eso, pues no era ajena a esas vías intelectuales, estando jalonando el Camino  de vocación más europea que se haya podido uno imaginar.
LA TRINIDAD. PÓRTICO DE LA GLORIA
El centro del ábside representa, ya he dicho, a la Trinidad. El pintor no tuvo que ir muy lejos para inspirarse, pues esta representación evoca intensamente a la que Mateo esculpió en el Pórtico de la Gloria. En el capitel del parteluz del Pórtico, sobre la columna de pórfido donde representa el árbol genealógico humano de Jesús, Maestro Mateo esculpió el árbol genealógico divino. Dios Padre, engendra al Hijo y sobre los dos planea el Espíritu Santo. En el ábside de Santa María de Melide, el pintor utiliza el mismo esquema.
LA TRINIDAD.
SANTA MARIA DE MELIDE
Pienso que cuando lo pintó ya conocía el del Pórtico, estaba de vuelta a su casa y tal vez por eso no tenía inconveniente en detenerse y pintar la Trinidad, o el ábside entero, con todo detalle durante el tiempo que hiciese falta.
En muchas ocasiones, me ha ocurrido algo similar en esta iglesia. El tiempo se me pasa muy rápido o es el sosiego que encuentro en ella lo que hace que pierda su noción.
Volveré a hablar de este sitio, pues tiene mucho para evocar.

http://www.arquivoltas.com/21-LaCoruna/01-Melide.htm